¡Santiago Querido!.. exclama el viajero cuando atraviesa el límite, entrando a la provincia. Puede ser que llega de cualquier punto cardinal. Puede ser un santiagueño que vuelve, puede ser un hijo de santiagueños que se siente y se sabe santiagueño, puede ser alguien nacido en otras tierras pero que ama a nuestro pago, o puede ser alguien que llega movido por la curiosidad. Hace poco un chileno decidió conocer Santiago del Estero cuando, después de mucho tiempo, descubrió que Leo Dan no cantaba a la capital del país trasandino, sino a su provincia natal. Así como él, conocemos distintos casos de visitantes que han llegado motivados por una canción.

Santiago del Estero tiene un algo parecido a la chacarera, tiene algo que hace alegrar en la llegada, provocar una dulce tristeza al irse y despertar la nostalgia cuando uno está lejos.

Hay gente de otros pagos, en distintos lugares del mundo, con sentimientos parecidos para con el lugar donde pasaron los felices años de la infancia, esos años de la inocencia y los descubrimientos asombrosos. Pero hay algo de particular en cada lugar, hay algo que diferencia una querencia de otra. Santiago del Estero, tierra cantora y musiquera, atrapa a sus hijos directos y a los que decidieron adoptar a la Madre de Ciudades como su tierra madre, o como su segunda tierra madre.

En verano, mucha gente de todo nuestro país se vuelca hacia las playas marítimas, las sierras y las montañas, para pasear o para trabajar. Incluso en esa época en que Santiago pasa por temperaturas de cuarenta grados centígrados o más, hay viajeros que procuran nuestras planicies sin mar, aprovechando sus vacaciones. Llegan en busca de parientes y amigos. Llegan en busca de chacareras, vidalas, interminables reuniones de conversación, canto y emociones.

La mayor afluencia de visitas en un período breve se da en el mes de Julio. Las familias que incluyen estudiantes de cualquier nivel, deben esperar las vacaciones de verano o el receso invernal para poder viajar. Las fiestas del aniversario de la fundación de Santiago han pasado a ser un atractivo turístico hace unos años. Desde entonces, además de los habituales turistas invernales en Las Termas de Río Hondo, nuestra provincia recibe miles de visitantes que procuran las fiestas de la ciudad de Santiago de Estero. También están surgiendo otros puntos de encuentros multitudinarios en Villa Atamishqui, en Fernández y otras ciudades santiagueñas.

Y en otras provincias también hay encuentros familiares y amistosos en estos días de vacaciones invernales. Vamos a un ejemplo: A orillas del río Conlara, unos 20 kilómetros al sur de Villa Dolores, como mirando hacia la provincia de San Luis que está en la otra banda del río, está Los Romeros, que cuenta con mas o menos cien habitantes. Según un lugareño, cuando nace uno, alguien acaba de irse, con lo que la población sigue constante en la centena. En este apacible pueblo cordobés de Traslasierra, cada Domingo posterior al 9 de Julio se hace La Fiesta del Locro.

Para quien conoce los paisajes cordobeses, no se hace difícil imaginar el pueblo, con la visión cercana del río al frente y, allá atrás, como a cuatro leguas, las cumbres que quieren alcanzar el cielo. En el mes de Julio, las Altas Cumbres suelen estar nevadas. A veces en la llanura también hay alguna nevadita. El ambiente es ideal para el locro compartido al calor del folclore argentino. Uno ya imagina un locro rebosante de maíz, poroto, zapallo, carne, tripa gorda, chorizo, carne y cuero de cerdo, picantes… según cómo lo quieran preparar, o según la tradición de la zona.

El locro es una comida fuerte que tiene un origen precolombino y posiblemente preincaico. En algunos lugares con distinto nombre, el locro está en las mesas de las regiones andinas desde Ecuador hasta Argentina y Chile. Hay locros que tienen trigo en vez de maíz. Hay locros para distintos gustos.

Generalmente, el picante va aparte, en una ollita de donde cada uno agregará a gusto la salsa en base a ajíes que dará mayor vigor al locro y hará transpirar a los comensales.

El Domingo 11 de Julio, en Los Romeros, el locro estará acompañado como siempre por empanadas y asado. Es que entre los cuatro millares de personas que se congregan desde hace doce años hay quienes quieren variar entre el locro y las otras comidas criollas mientras disfrutan de los músicos y cantores folclóricos.

La fiesta, que ha comenzado por obra del Centro Vecinal como un modo de recaudar fondos para el comedor escolar, ha ido creciendo. Desde hace cuatro años ha pasado a ser la Fiesta Provincial del Locro, declarada De Interés Cultural Provincial. Próximamente será elevada al rango de Fiesta Nacional del Locro.

Así como en Los Romeros, en distintos lugares de nuestro país hay encuentros festivos durante las vacaciones invernales. Santiago del Estero se prepara para los festejos de su 457 Aniversario. La tierra vibrará al son de los bombos marchando tocados por gente de distintas procedencias. Atamishqui tendrá su Fiesta de la Sachaguitarra, en Fernández se encontrarán los vidaleros, y todos convergeremos en Santiago para cantar y bailar en su cumpleaños de ciudad criolla.

Los santiagueños debemos poner especial cuidado al atender a los numerosos visitantes que vienen buscando ese Santiago mágico de las chacareras, de las vidalas, del Puente Carretero, del Parque Aguirre, de las tradiciones, de la amistad y del buen trato. Que las visitas no lleven una mala impresión. Depende de nosotros.

Cuando uno va llegando, siente que Santiago del Estero está cada vez más lindo… ha de ser por su gente.

06 de Julio de 2.010.