Por Crístian Ramón Verduc
20/08/2013
Cada 22 de Agosto, en distintos lugares del mundo se conmemora el Día Internacional del Folklore.

Cada 22 de Agosto, en distintos lugares del mundo se conmemora el Día Internacional del Folklore. Tal fecha ha sido fijada por el primer Congreso Internacional de Folklore, celebrado en la ciudad de Buenos Aires en 1.960. También se celebra el Día del Folclore Argentino, en homenaje al investigador folclórico entrerriano Juan Bautista Ambrosetti, “Padre de la ciencia folclórica argentina”, nacido en Gualeguay el 22 de Agosto de 1.865. 

Hace años que en nuestro país se ha castellanizado la palabra, incorporándola al idioma como folclore.
En Santiago del Estero tenemos una gran cantidad de folcloristas, cada uno ocupado en algunos aspectos del folclore, tanto local como nacional. La tendencia general es la de considerar folclorista únicamente al artista de raíz folclórica. Incluso hay gente que utiliza la palabra folclore para definir solamente a las manifestaciones musicales del Noroeste Argentino, resultando de ello expresiones como “tango y folclore” o “folclore y chamamé”. No está de más recordar que nuestro país tiene sus características folclóricas regionales, siendo el tango el mayor exponente del folclore del Río de la Plata. El chamamé es el ritmo que se destaca en el folclore del Litoral Fluvial Argentino. En la región cuyana sobresale la tonada. En la Patagonia, los ritmos folclóricos son el kaani, la chorrillera, la rancherita, la milonga y otras canciones de la región sureña.
El Noroeste Argentino se caracteriza principalmente por la zamba, aunque la misma es nacional, con sus variantes regionales. Escuchando una zamba, uno puede deducir si es salteña, jujeña, tucumana, catamarqueña o santiagueña, no solo por la letra que suele describir el paisaje provincial, sino también por la entonación y e ritmo. En general, la zamba santiagueña es mas cadenciosa y suave que las de las provincias vecinas. 

El sello distintivo del folclore de Santiago del Estero es la chacarera. Si bien es cierto que hay chacarera en muchas provincias argentinas, la chacarera santiagueña es inconfundible, fácilmente identificable desde los primeros compases. El folclorista santiagueño es, fundamentalmente, cultor de la chacarera.
Los folcloristas, especialmente los artistas folclóricos aficionados o profesionales, suelen practicar distintos ritmos y géneros musicales. No es extraño que un intérprete de determinado género en los escenarios, practique en privado y con mucha solvencia otras músicas, totalmente distintas a las que son su carta de presentación. Hay también en nuestra provincia artistas que se han especializado en los ritmos de otras provincias o en músicas ajenas al folclore, pero que en una rueda familiar o de amigos vuelven a la chacarera santiagueña. 

El movimiento Alero Quichua Santiagueño nació a partir de un grupo de folcloristas en el que había cantores, músicos, bailarines, poetas, recitadores, hablantes y estudiosos de la lengua quichua. Nos referimos a Don Sixto Palavecino, Felipe Corpos, Vicente Salto, Profesor Domingo Bravo, Julio Ayunta, “Uvichu” Santillán, Rubén Palavecino, “Canquita” Orellana, Víctor Gómez, Julio Rodríguez Ledesma, Juan Carlos Almada, Carmen Palavecino, Manuel Luna, Ventura Vázquez y varias personas más, practicantes del folclore santiagueño en diversos aspectos. 

En sus primeros tiempos, el Alero Quichua se ocupaba de la audición radial, a la que se nutría con música instrumental, canto en quichua o en castellano, relatos y poesía bilingüe. Al poco tiempo, la actividad se amplió hacia la enseñanza de la lengua quichua y a las presentaciones en encuentros folclóricos por distintos puntos de la provincia. 

Con el tiempo, fueron incorporándose al Alero mas folcloristas, gente del canto, de la música, de la danza y de la palabra. En muchas ocasiones, el mal entendimiento de los objetivos de este proyecto quichuista, lleva a creer que estamos bajo un Alero que va a difundir todo el folclore argentino, cuando en realidad la idea original apunta hacia lo específicamente santiagueño y quichuista. El avance de las corrientes globalizadoras nos obliga a reafirmar diariamente la necesidad de dedicar cada cada minuto y cada esfuerzo a la difusión del quichua y el folclore propios de Santiago del Estero. Tanto en nuestra provincia como en las otras, sobran los difusores de otras músicas, cuanto más bailables y comerciales, mejor. Por ello es que nuestro Alero Quichua debe mantener firme el rumbo marcado por los iniciadores. 

Allá por los años ’80, se incorporó al Alero Quichua un folclorista quichua hablante que venía desde Libertad, departamento Moreno. Era Don Carlos Maldonado, poeta y escritor bilingüe. Don Maldonado difundió varias composiciones poéticas desde nuestro grupo quichuista. También protagonizaba graciosos diálogos bilingües con jóvenes quichuistas, en los que hablaban de asuntos del campo y su gente. 

Entre las creaciones de Don Carlos Maldonado, se encuentra la puesta en escena Casarácoj (El Casamiento), obra en la que muestra un gran conocimiento de la gente criolla santiagueña y sus costumbres. Los diálogos, donde se alterna el quichua con el castellano, son bien comprensibles para los no quichuistas, pues una frase quichua es respondida en castellano, dando a entender lo anterior. 

El desafío era llevar tal obra a los escenarios con integrantes del Alero Quichua Santiagueño, gente sin preparación para el teatro. Entonces, Don Maldonado recurrió a dos folcloristas: Los actores Horacio García y Publio Araujo. Don Publio era actor y recitador costumbrista. Don Horacio era un actor y Director de Teatro reconocido a nivel nacional. 

Don Horacio García asumió la dirección de Casarácoj y Don Publio Araujo actuaba en la obra y colaboraba en la dirección. 

El experimentado actor y Director, con su sonrisa casi permanente, enseñó a la gente del Alero Quichua a desplazarse por el escenario, a hablar alto y claro tanto en quichua como en castellano. En poco tiempo, enseñó los fundamentos del arte escénico a cantores, recitadores, bailarines y voluntariosos hablantes. Don Horacio era un maestro que transmitía confianza como primera lección para quienes debían subir al escenario para interpretar la obra de Don Maldonado. 

Durante las pausas para descansar, relataba casos de sus años juveniles, como un relato de cuando era funcionario en una dependencia estatal y habían recibido la primera fotocopiadora de la provincia. Contaba Don Horacio que los empleados, antes de pedir una copia, solían preguntar: “¿Anda la fotocopiadora?” Lo que provocaba la reacción del maestro del arte, que aclaraba: “No pregunten si anda. Pregunten si funciona. No es lo mismo.” Agregaba que en cierta ocasión, alguien preguntó: “¿Anda por aquí Don Horacio García?” y otro empleado respondió: “Sí, anda. Lo que no sé es si funciona.” 

Así, entre recuerdos risueños, solía enseñar buenos hábitos y el uso correcto del idioma. Era muy agradable conversar con Horacio García. 

El Sábado 17 de Agosto de este año, hace pocos días, el folclorista Don Horacio Ramón García, reconocido hombre de teatro, cuya fotogafía es exhibida desde hace muchos años en el Teatro 25 de Mayo junto a las de otros notables del arte escénico santiagueño, falleció en la ciudad de La Banda, luego de transitar la vida humana, desde el primer acto hasta el aplauso de despedida. Alero Quichua Santiagueño no lo olvida. Lo recordamos con cariño y gratitud. 

20 de Agosto de 2.013.

Compartir
Comentarios
Amigos del Alero
Programas que difunden la Cultura de Santiago del Estero desde Radio Nacional...
Emisoras que Transmiten
Alero Quichua
  • Radio Norteña, AM 1520
    Grand Bourg (Provincia de Buenos Aires)
    Domingos de 11 a 13 horas
    Director: José Barraza
Alero Quichua Santiagueño
La audición radial se caracteriza por su espontaneidad, no se elabora un libreto en razón de que el programa se hace en vivo con la participación del público que se hace presente en el Salón Auditorium.
Seguinos
Puede visitarnos en los siguientes Redes:
Copyright © 2006 - 2024 todos los derechos reservados.