Pablo Trullenque te nombro
Pablo de cielos y trinos
tu corazón chacarera
anda cantando en el mío.  

            Así comienza la chacarera De pájaro y trino, de Adolfo Marino Ponti y Onofre Paz. La poesía del Bebe Ponti está expresando el sentimiento de los músicos, cantores, bailarines y poetas en quienes Trullenque vió encarnada la tierra santiagueña. El pueblo folclorista del país, el 5 de Septiembre de 2.000 tuvo que comenzar a aceptar que la obra de Pablo Raúl Trullenque estaba concluida. Quien se sintió afortunado por ser santiagueño, quien había combatido con su pluma las usuras y egoísmos, quien pidió tener cuidado con la palabra y no permitir el reinado de las mentes pequeñas, el bardo popular que declaró ser argentino hasta la muerte, quien no temía a la muerte y deseaba hacer que ésta se muriese de envidia al encontrarlo cantando a la vida, no escribiría más. Diariamente, los cantores de toda la Argentina están interpretando las creaciones de Trullenque. El bardo popular santiagueño ya está sembrado en el pago y tapado de chacareras, con las manos llenas de amor de su querido Santiago.  

            Don Fortunato Juárez frecuentaba todos los lugares donde hubiese una guitarreada criolla. Era amigo de todos los folcloristas y causaba agrado conversar con él. (“Encuentro por todas partes/  en donde ir a guitarrear/ me encuentro con los artistas/ en Casa del Folclorista/ y otros lugares más” - Soy santiagueño que vuelve - zamba). Seguramente cuando era changuito en Loreto ya habrá sido el criollo buenazo (buenito, mejor dicho) de toda la vida. Parte de su infancia la pasó trabajando en el centro de la ciudad de Santiago. Ya siendo mozo, mientras trabajaba en una fábrica textil cerca de Las Lomas Coloradas, perdió una falange del dedo índice izquierdo. Este accidente no le impidió seguir tocando la guitarra. El conjunto Los Hermanos Juárez recorrió el país cantando y haciendo bailar las danzas tradicionales y las creaciones del propio “Fortu” o de Don Higinio, el violinero del grupo. Ya jubilado y dedicado plenamente al folclore, cuando no actuaba con sus hermanos, Don Fortu participaba de grupos tradicionalistas, como el de Carmen Chazarreta, con el que viajó por las provincias cantando y representando el papel que le asignasen en los cuadros costumbristas. También recorrió el territorio santiagueño y la provincia de Buenos Aires integrando el elenco de la obra bilingüe Casarácoj (El Casamiento, de Don Carlos Maldonado). En estos largos viajes, la gente del Alero Quichua Santiagueño tuvo la satisfacción de compartir horas con este Señor del folclore, que humildemente aceptaba el papel que le dieran a representar, solamente con el ánimo de participar y ayudar. Con el mismo espíritu, o por esas ansias de dialogar y cantar que lo movilizaban, Don Fortunato visitaba cuanto programa radial folclórico hubiese. De más está aclarar que era participante habitual del Alero Quichua para cantar, conversar o tocar la guitarra para los otros cantores (“Cantando esta chacarera/ soy feliz bajo el alero...” - Loretano Soy). Su vida transcurrió con una actividad intensa aunque tranquila, en el barrio Huayco Hondo primero y luego en el bandeño barrio Mishqui Mayu. El 7 de Septiembre de 2.000, Don Fortunato Juárez falleció. Su canto no se llamó a silencio, pues sigue vigente en los escenarios y guitarreadas  de cualquier parte. Uno de los tantos alumnos a quienes enseñó a tocar la guitarra y cantar, el joven artista Marito Ruiz, está dedicado a recopilar y preservar las publicaciones y grabaciones logradas en los lugares por donde pasó Don Fortu. Este grande del folclore nacional que nunca pujó por hacer notar su presencia, puede ser encontrado en los itines de los montes santiagueños bañados por el inti súmaj, en las aguas del Río Dulce, en la costanera de Santa Fe, al costado de la vía en Huayco Hondo, en las flores del huíñaj de la Plaza Libertad, la plaza que lo vió de niño lustrando zapatos para llevar moneditas a su madre...

Como antes brindando estás
tus flores, plaza Libertad.
El Cabildo, la Retreta,
las misas cantadas de la Catedral.
Ay, plaza de mi Santiago!
Quien te ha conocido no te olvidará.                                                                                     

(Plaza Libertad - zamba - Fortunato Juárez).                                      

04 de Septiembre de 2.007.