Al que en quichua llamaríamos Huata íshcay huarancka chunca ishckonníoj, según nos han enseñado yachachejcuna (los que hacen saber). Aquel primer Domingo de Octubre de 1969, cuando se emitió por primera vez la audición quichua que luego se llamaría Alero Quichua Santiagueño, es posible que sus realizadores y los oyentes, no hayan imaginado que en algún momento este emprendimiento quichuista andaría rozando el medio siglo de existencia.

Uno de los cantores de los primeros programas radiales ha sido Don Julio Domingo Ayunta, quichuista nacido en Sumamao, departamento Silípica. Cantaba solo o con un hermano y además era autor de temas bilingües. En el disco Alero Quichua Santiagueño Volumen 1, Don Julio Ayunta canta su vidala Añorando el Carnaval. En otras grabaciones, otros intérpretes cantan esta vidala o su gato El Vidalero, difundido con el nombre Gato del Vidalero.

Don Julio Domingo Ayunta era parte del grupo inicial y cada Domingo estaba firme con su canto bilingüe; cuando cantaba vidalas, invariablemente lo acompañaban las cajas de Don José Marcelino Ruiz y Don Pedro Silvetti, mientras el cantor tocaba la guitarra.

Cuenta Inés Ayunta que su padre ha fallecido en la noche del Domingo 2 de Enero de 1972. Dice Juan Carlos Almada, cantor, guitarrero y mandolinero del Alero Quichua desde los primeros tiempos, que ese Domingo de comienzo de año, al ver que Don Julio Ayunta cantaba, hablaba y caminaba con dificultad, junto con un amigo lo habían llevado de la radio hasta la casa, pensando que estaría ebrio por el fin de semana largo de fin de año. Dice Almada que por la tarde su madre le había avisado que a su vecino Don Julio Ayunta lo habían internado, que estaba grave por un accidente cerebro vascular. Esa noche, Don Julio Domingo Ayunta murió, habiendo dejado horas antes una ofrenda cancionera en la calurosa mañana santiagueña, desde el Alero Quichua Santiagueño.

En esos primeros tiempos el grupo nativista del Alero Quichua no paraba por causa de las fiestas de fin de año. Con el paso del tiempo, se han adoptado diversas formas de llevar adelante el programa radial; a fines de los años ’70 se hacían ciclos bimestrales, con salida al aire en Marzo, Abril, Julio, Agosto, Noviembre y Diciembre. Cada audición tenía una hora de duración. Muchas veces quedaba gente sin participar y debía esperar al siguiente Domingo. Después fueron ciclos de diez meses, comenzando el primer Domingo de Marzo para terminar el último Domingo del año. En algún momento se aumentó media hora al programa y después media hora más, llegando a las dos horas actuales.

Desde hace algunos años, el final del ciclo se produce “antes de las Navidades” y hasta el año pasado procurábamos volver el primer Domingo de Marzo. Para este año, la previsión es volver el Domingo 17 de Marzo. Andando muy bien, podemos acercarnos a las cuarenta emisiones en este año del medio siglo de existencia.

Alero Quichua Santiagueño nació como un programa radial y poco después fue diversificando sus actividades. Hoy, entre otras acciones para quichuizar al mundo, además de la audición radial tenemos, por ejemplo, lo que se hace en esta página que nos brinda la Fundación Tárpuy. Para recorrer toda la página, si se quiere ver y escuchar todo, hay que dedicarle unos días de atención. Por distintos medios estamos tratando de incentivar el habla y el canto quichua cada vez más en nuestra provincia, a la que llamamos bilingüe.

En este año en que alcanzamos el medio siglo de existencia, ese sólo hecho demuestra lo trascendente que puede ser un proyecto cultural cuando es sostenido en el tiempo por gente comprometida con la idea original. En estas cinco décadas han pasado muchas personas bajo la sombra de nuestro Alero. Algunos se fueron por razones laborales, por cambio de lugar de residencia, o por cualquier otro motivo, todos entendibles. Otros se fueron de la vida, incluso a pocas horas de haber estado en la radio en la patriada de los días Domingo.

Queda poca gente que estuvo en los tiempos iniciales; entre ellos podríamos nombrar a Raúl Salvatierra, que se retiró del Alero Quichua hace un par de décadas y vive en la ciudad de Santiago; Juan Carlos Almada, que se fue a vivir en la ciudad de Córdoba, al igual que Guillermo Orellana; Toño Rearte, que vive en Buenos Aires, lo mismo que Manuel Luna y Julio Rodríguez Ledesma; Carmen Palavecino, que se retiró de los Domingos de Alero hace unas décadas y vive en Santiago del Estero. 

Los cuatro horcones iniciales ya partieron de esta vida; primero falleció Felipe Corpos, primer conductor del programa radial y líder del grupo inicial; pocos años después falleció Don Vicente Salto, poeta bilingüe y cantor, hombre de una elevada cultura; a fines del siglo pasado falleció el Profesor Domingo Bravo, a comienzos de este milenio falleció Don Sixto Palavecino.

En Marzo del año que anoche terminó, falleció Rubén Palavecino, conductor del programa radial durante cuatro décadas. Por razones de espacio, no se menciona en este artículo a todas las demás personas, todas valiosas, que pasaron por el Alero Quichua y ya partieron de esta vida. 

El hecho de continuar después de cada partida, ocurre por la gente que ha ido incorporándose al grupo e incorporando en su corazón la idea de un trabajo constante por el quichua, y ese trabajo ha logrado que el Alero Quichua Santiagueño trascienda en el tiempo a sus propios fundadores.

Hoy comenzamos un nuevo año, el año en que se cumplirá el medio siglo de emisiones radiales. Es un buen punto de referencia, como si a partir de ahora contaríamos siglos en vez de años. Como quiera que sea, este cumpleaños número cincuenta toma una gran trascendencia para mucha gente.

Pensamos comenzar el año trabajando con alegría por la difusión del quichua, insertándolo en grandes acontecimientos y en la vida cotidiana. Apenas pasado este primer día del año, en el que cada familia atiende su propia casa y se acomoda después de la euforia del cambio de año, retomaremos los ensayos y preparativos para que el quichua marque una fuerte presencia en el Festival Nacional de la Chacarera, mediante la presentación de gente de nuestro Alero, que cantará en quichua el Himno Nacional Argentino y temprano hará bailar al público con su canto bilingüe. Todo ello debe ocurrir en esta primera semana del año.

Comienza el año, comenzamos haciendo algo por el quichua, gracias a Tata Yaya. ¡Ñauckeman! (¡Hacia adelante!).   

01 de Enero de 2.019.