Un anhelo humano es el viaje en el tiempo. Por ahora, parece que no es posible trasladarse físicamente desde la actualidad hacia el pasado. Vamos  hacia el futuro siguiendo el curso natural de la vida. El estudio de la Historia es un modo posible del soñado viaje temporal. A lo largo de la historia humana, existen personas que poniendo esfuerzo y pasión, han dejado para nosotros los elementos necesarios para bucear en los hechos, los sueños y pensamientos que movilizaron a los individuos y a los pueblos. En el estudio de la historia hay toda clase de posibilidades. Se pueden investigar y divulgar hechos de una época determinada, en una zona más o menos amplia, apuntando a éste u otro tema, se puede considerar lo elemental o profundizar, se puede estudiar o enseñar... Una persona que estudió a nuestra región desde su visión de historiadora y docente, es la Doctora Amalia Gramajo de Martínez Moreno, una apasionada en la ciencia Historia. Sus libros, entre los que mencionaremos solamente algunos, son el producto de la preparación que la llevó a doctorarse, de la dedicación que la hizo visitar prácticamente toda la provincia, del deseo de compartir con el prójimo su cosecha y, fundamentalmente, de la vehemencia con que encaró su trabajo. 

            Nuestro Alero tenía que dictar clases a sus alumnos del Curso Elemental de Quichua y hacía falta un lugar. La Profesora Amalia de Martínez Moreno cedió el espacio necesario, primero en el Centro de Artesanías que con su esposo había armado en su domicilio. Luego las clases de quichua se dictaron por años en el Museo Arqueológico, del cual Doña Amalia era Directora. Con su esposo, Don Hugo Martínez Moreno, un caballero conocedor de la vida en cualquier ámbito, recorrió la provincia haciendo estudios de campo en cuanto a la historia de los pueblos y sus fiestas tradicionales. Visitaron a los paisanos de distintas regiones para hablar mano a mano de las vivencias y conocer sus trabajos artesanales. Los yacimientos arqueológicos fueron también motivo para que el matrimonio Martínez Moreno anduviese por las sendas del Santiago profundo. Compartieron guitarreadas con el Alero Quichua en el campo o en domicilios capitalinos. De estas vivencias, los Martínez Moreno recopilaron una gran cantidad de fotos que mostraron como diapositivas a la gente del Alero. Doña Amalia participó activamente en varias audiciones radiales y reuniones, aportando siempre sus amplios conocimientos.

             Hace pocos días la yacháchej Amalia se fué de esta tierra. Nos quedan Las Voces de Río Hondo, El Arte Rupestre del Territorio Santiagueño, Las Devociones Marianas de Santiago del Estero, Proceso Fundacional en el Antiguo Tucumán, La Alfarería Folclórica de Santiago del Estero, Consideraciones Histórico - Geográficas de la Ciudad de Frías... son muchos libros, es largo de enumerar. Será cuestión de visitar el Centro de Artesanías en la esquina de Avda. Roca y Urquiza en Santiago del Estero, o las librerías o bibliotecas, para acceder a una parte del resultado de tanta dedicación. Nos queda también la satisfacción de que la genial escritora friense haya compartido sus horas con la gente del Alero Quichua Santiagueño. Ahora sentimos su falta. Debemos afianzar su permanencia con la lectura de su obra.

15 de Enero de 2.008.