El cielo de lapachos de la Avenida Belgrano, las flores del palo borracho en plazas santiagueñas, el jacarandá que adorna casas y calles del pago... árboles y flores que adornan nuestro diario vivir, son parte de las añoranzas que el santiagueño siente lejos del terruño. Y nos da la impresión de que en otros lugares no vamos a encontrar estas plantas, pero cuando observamos el paisaje de otros suelos, comenzamos a ver similitudes en ese ámbito que, aparentemente, sigue siendo distinto al nuestro.

            En la provincia de Buenos Aires hay un árbol similar al algarrobo, el acacio o acacia, que da vainas dulces más grandes que las del tacko yúraj de nuestra región. Entre la abundante y variada vegetación de la mata atlântica, en el planalto paulista de Brasil, se puede encontrar algún paraíso que nos recuerda a las veredas del noroeste argentino. En medio de la floresta, se yergue imponente, esbelta y con una considerable altura la painera, que no es otra que nuestro conocido palo borracho, sólo que con el tronco delgado, largo y casi libre de espinas. Los bosques y calles ostentan flores de ipé, que dicho en nuestro castellano, es el lapacho. En Santiago conocemos el lapacho rosado y el blanco. En otras provincias hay también un lapacho amarillo. El ipé tiene distintas variedades coloridas. El ipé amarillo es la Flor Nacional del Brasil. Quien conserva su nombre es el jacarandá, sólo que varía la pronunciación de la letra J. Una flor muy bonita y apreciada es la Maravilha o Primavera, que adorna casas de los barrios paulistanos. Es la Santa Rita que vemos trepar en un árbol de la Plaza Libertad, por ejemplo. Un árbol llamado Flamboyant tiene una corteza que nos recuerda a la del ceibo. Su flor también, aunque la forma de ésta es un poco distinta y de un rojo menos intenso, casi naranja. Hay un arbusto llamado Flamboyanzinho, que adorna jardines y veredas. Al observarlo, vemos que es idéntico a la Flor de San Esteban, la que desde el año 1.999 es Símbolo Floral de la Provincia de Santiago del Estero. Nuestra Flor Provincial (caesalpinia guilliesii) tiene los pétalos amarillos, mientras que su hermano brasilero (caesalpina pulcherrima) luce una combinación de rojo y naranja.

            Al caminar por trilhas (senderos) de zonas poco pobladas podemos ver cruzar rápidamente al preá, animalito roedor que en el litoral argentino se conoce como zogoná, en la Pampa Húmeda se llama cuis y en Santiago del Estero es el ckoy. Si observamos los pájaros también encontramos parecidos, como es el caso del conocido tico tico, que en nuestra tierra es el chingolo. El chingolito brasileño, cuando se puso a comer polvo de maíz escapado de un mortero, provocó que el músico Zequinha de Abreu transformase a su rápido picoteo en la célebre canción Tico Tico No Fubá (Tico tico en la harina de maíz).

            La Patria Grande soñada por grandes hombres latinoamericanos tiene en su región muchas más coincidencias que las que podemos notar superficialmente. Los pueblos que la habitan coinciden en costumbres, sueños, necesidades y sentimientos. No podemos permitir que juegos propios o ajenos continúen dividiéndonos. Ya lo decía El Gaucho Martín Fierro: "Los hermanos sean unidos..." 

26 de Febrero de 2.008.