Exclamó el chango, tal vez con doble intención. Sus amigos levantaron brevemente la vista del celular, y uno de ellos dijo: “Diciembre”. El primero insistió: “No, yanasus. En mi casa hemos arrancado del almanaque la hoja del mes de Noviembre. Comenzamos Diciembre, sí, pero lo que hemos retirado con cierta fuerza es el mes anterior, Noviembre”.

Entonces sí, fue captando la atención de sus amigos, al punto que uno de ellos le dijo: “Mirá… arrancar es lo mismo que comenzar”, y el otro respondió: “Empezar, iniciar, principiar, comenzar, son sinónimos que, como tales, transmiten la idea de que algo sale del punto de partida y comienza su marcha hacia determinado objetivo. El verbo arrancar tiene otra acepción: Arrancar es tirar de algo con fuerza, con cierta violencia, para retirar ese algo del lugar en el que está. Por ejemplo: Uno arranca del suelo a lo que considera mala hierba, para dejar limpio un lugar. Si a esas malas hierbas las cortamos, las raíces quedan prontas para volver a brotar, pero si les damos un fuerte tirón, las arrancaremos de raíz.

Un viento fuerte o una fuerte correntada de agua, son flujos violentos que pueden arrancar árboles, como si una mano gigante hubiese tomado los tallos para tirar fuertemente de ellos. De esas situaciones, en el habla popular han surgido expresiones como “arrancarlo de la cama”, cuando alguien no se despierta por sí mismo y hay que forzarlo con brusquedad a salir de la cama; algo similar se dice por sacar a alguien de un sitial en el que ya no debería estar.

Un motor a explosión es un conjunto de piezas que están listas para funcionar en forma coordinada, gracias a explosiones de un combustible, generalmente líquido. Una vez bien diseñado y armado el motor, el siguiente paso es ponerlo en movimiento, para lograr que sus pistones hagan girar las piezas llamadas cigüeñal. Es necesario un fuerte impulso inicial, que hará mover todo y, gracias a las explosiones de combustible y aire comprimido, seguirá en funcionamiento.

El impulso inicial para el funcionamiento de un motor consiste en hacer girar violentamente el sistema, ya sea mediante una soga que estuvo enroscada a una polea, o mediante el impulso brusco a una palanca, como en algunas motocicletas o en automóviles de comienzos del Siglo XX, para hacer girar inicialmente al motor.

En aviones se causaba a mano el movimiento de giro de la hélice, mediante un fuerte tirón de la misma en forma precisa. Incluso hubo grandes motores que eran forzados a iniciar el movimiento mediante un cartucho explosivo. Cuando se usaba una cuerda para hacer girar una polea, el tirón manual era muy parecido al necesario para arrancar de cuajo una planta del suelo y, posiblemente por eso, se comenzó a decir que se daba “arranque” al motor o al vehículo.

En algún momento, se adoptó el uso de un pequeño  motor eléctrico para forzar el movimiento inicial, y ese motorcito fue llamado “motor de partida”, pero entre nosotros se popularizó como “motor de arranque” o “burro de arranque”, y se llamó “dar arranque” a la acción de poner un motor en funcionamiento. La imaginación popular fue haciendo del verbo arrancar, otro sinónimo de comenzar. Por ejemplo: Si alguien tardaba en comenzar algo, con cierta ironía se le pedía “arrancar” de una vez por todas.

Desde hace un cierto tiempo, el habla cotidiana de esta parte del mundo que nos toca transitar, parece haber dejado de enriquecer su habla para marchar hacia la simplificación, reduciendo la cantidad de palabras que hacen al habla cotidiana. Como parte de ese achicamiento del léxico habitual, el casi violento verbo “arrancar” comenzó a sustituir a los verbos empezar, comenzar, iniciar, principiar.  

Un idioma es rico por la cantidad de recursos disponibles. Deducimos que un idioma se empobrece si abandona el uso de ciertas palabras. Cuando uno cuestiona algún cambio por considerarlo nocivo, no falta quien le recuerde que el castellano es una lengua viva y que, por lo tanto, está sujeta a cambios. Todo cambio beneficioso y enriquecedor debería ser aceptado e incorporado al habla, pero si vemos que el cambio no es enriquecedor, deberíamos alertar a los demás hablantes.

No porque algo esté vivo, debemos matarlo, aunque sea poco a poco.  

02 de Diciembre de 2025.