


Era una mañana soleada cuando el pueblo despidió, en La Banda, al 
Profesor Doctor Domingo Antonio Bravo. Había fallecido el día 
anterior, el 27 de Agosto de 1.997. Concluía así una larga vida 
dedicada a la tarea de aprender y enseñar en forma permanente. Es casi 
seguro que el Profesor no se llevó ningún secreto. Buscaba datos, 
investigaba, analizaba, estudiaba y luego compartía sus conocimientos. 
Para eso dictaba cursos, escribía libros, publicaba artículos, 
participaba en congresos, simposios, y toda actividad que pudiese 
contribuir al crecimiento cultural de la comunidad. 
Una de las actividades de difusión de lo aprendido durante años, fué 
el programa de radio Áshpap ‘Rimaynin (El Habla de la Tierra), que 
comenzó en 1.960 por LV11 Radio del Norte y estuvo en el aire por unos 
años. 
Su participación en el Alero Quichua Santiagueño desde la emisión 
inicial (1.969), dió el toque académico que complementaba los diálogos 
y el canto de los quichuistas. También dirigió la escuela de quichua 
de nuestro Alero. 
En la década del ‘90, repuso Áshpap ‘Rimaynin en el aire, esta vez por 
Radio Nacional. En su primera etapa (años ‘60), el locutor Ariel 
Vergara Báez participaba personificando a un quichuista, al igual que 
el entonces estudiante secundario Rubén Palavecino. El profesor 
terciaba en los ricos diálogos de los quichuistas. En la segunda etapa 
de su Áshpap ‘Rimaynin recibía la visita de gente de la cultura 
santiagueña en general y cantores. Entregó la audición para ser 
continuada por discípulos suyos. La tercera etapa de Áshpap ‘Rimaynin 
es actual, a cargo de ex alumnos que se dedican a la enseñanza del 
quichua santiagueño con el dictado de cursos y con micros en distintas 
emisoras. 
Su carrera docente es una muestra de su espíritu laborioso. Primero se 
recibió de preceptor, luego de maestro. Ejerció la docencia en 
distintos puntos del territorio provincial y llegó a los máximos 
cargos a los que un maestro aspira. Enseñó Historia, Geografía, 
Castellano y Literatura. Su curso de lingüística regional quichua - 
castellano, en la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE), 
formó a gran cantidad de estudiosos, muchos de los cuales pasaron a 
enseñar en escuelas de toda la provincia. También se formó con el 
Profesor Bravo gente de otras provincias. La UNSE le otorgó los 
títulos de Profesor Honoris Causa (1.985), Profesor Emérito (1.990) y 
Doctor Honoris Causa (1.992). 
Don Domingo Bravo no era quichuista. Aprendió de los paisanos, de la 
gente sachera, mientras recorría la provincia como un caballero 
andante, armado con un cuaderno de apuntes, un grabador y muchas ganas 
de aprender y enseñar. De pronto, sin proponérselo, se vio convertido 
en el referente nacional e internacional del quichua santiagueño. 
Sería largo de enumerar los reconocimientos que el Profesor recibió, 
tanto como enumerar los acontecimientos nacionales e internacionales 
en que tuvo activa participación, o los libros que escribió. Tomaremos 
un ejemplo de cada ítem: Ciudadano Ilustre, tanto en La Banda como en 
Santiago, becario argentino en la Universidad Mayor de San Marcos 
(Lima, Perú), ¿Quiere Usted Aprender Quichua? 
El gobierno británico había distinguido al Profesor Bravo por 
“Servicios Culturales Distinguidos”. Un lauro más, importante por 
venir desde Europa. Pero en 1.982 se produjo la guerra por Las 
Malvinas y Don Domingo, como todo ciudadano, siguió con atención los 
acontecimientos. Cuando los británicos hundieron el crucero General 
Belgrano, el profesor les devolvió el premio recibido. 
Aún quedan libros sin publicar. Los anteriores están casi todos 
agotados. Su hija está trabajando para una nueva edición de los libros 
y diccionarios. Luego verá de publicar los inéditos, para que tengamos 
la oportunidad de compartir todo el legado de este prócer de la 
cultura nacional nacido por los pagos de Higuera Chacra el 4 de Agosto 
de 1.906. 
Desde Salavina y aún sin conocerlo personalmente, Don Sixto Palavecino 
elogió la labor del gran docente, con la chacarera doble Penckacus 
Cáusaj Carani (Avergonzado Vivía), que dice en su estrofa final: “Chay 
ckari Don Dominguta/ nocka ‘rejsiyta desiani/ caymanta felicitani/ 
mana atis ‘ris saludayta/ quichuallapi coplasniyta/ paypajmi 
dedicapuni.” (A ese varón Don Domingo/ conocerlo yo deseo / no 
pudiendo saludarlo/ desde aquí lo felicito/ cantando en mi lengua 
quichua/ estas coplas le dedico). 
26 de Agosto de 2.008.
