Estamos en los días más breves del año, en lo que hace a horas de luz solar para el hemisferio sur. Son éstas las noches más largas del año en nuestros pagos.

Santiago del Estero está varias leguas al sur del Trópico de Capricornio. A fines de Diciembre la posición relativa del sol en la zona tropical hace que los rayos lleguen perpendiculares al suelo, verticalmente. Aún en verano, desde Santiago vemos al sol con una inclinación hacia el Norte. Esta inclinación se acentúa en invierno, sobre todo en estos días del solsticio de Junio.

El Trópico de Capricornio pasa por las provincias argentinas de Formosa, Salta y Jujuy.

Por debajo de tal línea imaginaria, siempre vemos al sol con alguna inclinación hacia el norte. En el extremo sur de nuestro país y del continente, como ser en Río Gallegos (Santa Cruz), o en islas como Tierra del Fuego o Isla de Los Estados, el sol se ve lejano, bien al norte. En estos días las noches son extremadamente largas y los períodos de luz solar sorprendentemente breves.

Las dotaciones en las bases antárticas argentinas pasan una vida muy dura. Su misión en el continente blanco es de contenido científico. La gente que aún en esta época del año queda en esa zona extrema del planeta, vive una situación muy particular y distinta a la que podemos imaginar en los pagos del noroeste argentino. La temperatura es muy baja, decenas de grados por debajo del punto de congelación del agua. El sol aparece muy poco o nada, sobre la línea del horizonte.

No deja de llamar a la reflexión el hecho de que en nuestro país exista tal diversidad de climas, sobre todo en el sentido norte - sur. Tenemos los calores tropicales en el norte y los fríos ventosos de las islas del sur. De yapa, hay bases argentinas en la Antártida.

En general, los argentinos estamos viviendo días fríos en Junio. Es también curioso el saber que, en la misma América del Sur, en el nordeste brasilero, en Venezuela o en Colombia, hay gente disfrutando de las playas, con el calorcito de estos tiempos.

Todo esto está condicionado por la posición relativa del sol respecto a la superficie terrestre del lugar que consideramos.

Nuestro país es extenso y variado. El continente que habitaron nuestros antepasados, mucho más. Se extiende prácticamente de polo a polo, con una cordillera como columna vertebral. Los antiguos tuvieron muy en cuenta los fenómenos naturales para organizar su vida. Prestaban atención a los ciclos del sol, de la luna, de las lluvias y de las sequías, para preparar sus actividades comunitarias.

Gran parte de este conocimiento lo hemos heredado aún luego de la gran invasión. Pero en gran parte nos hemos desviado hacia lo artificial y hemos querido, en muchos casos, tapar el sol con un dedo. Eso es imposible, aunque al Inti se lo vea lejano y volando bajo, como en la época del solsticio de Junio.

Hoy, la Naturaleza nos reclama por los errores cometidos. Poco a poco, sin esa prisa que lleva a cometer errores, pero sin pausas innecesarias, debemos reaprender a vivir en armonía con la naturaleza y concretar los cambios de conducta individual y colectiva que sean necesarios. No es fácil, pero es imprescindible.

16 de Junio de 2009.