Por Crístian Ramón Verduc
23/08/2011
Al llegar la madrugada, los recuerdos que hay en mi alma se desangran por mis sueños…

“Al llegar la madrugada, los recuerdos que hay en mi alma se desangran por mis sueños…” canturreaba Felipe Corpos mientras daba forma poética a la idea de la Zamba Para el Tiempo sin Amor. La breve y fructífera vida del coplero, poeta, cantor, animador e impulsor de acciones en bien del arte nativo en general y de la lengua quichua en particular ha dejado recuerdos en las almas santiagueñas. La madrugada en la vida de Felipe Benicio Corpos llegó en La Loma, Departamento Figueroa, el 23 de Agosto de 1.935.

Felipe Corpos se ha criado en un hogar criollo bilingüe y en contacto directo con los montes y salitrales cercanos al Río Salado. Esa base cultural tomada del ambiente saladino y su gente comenzó a moldear al Orcko Shalacu Coplero que en su poco tiempo de vida enriquecería el canto criollo.

Trasladado a la ciudad de Santiago del Estero, continuó su formación cultural, mientras su pecho reventaba en coplas. Siguió ampliando conocimientos en la provincia de Córdoba, donde fue a intentar una carrera universitaria. De regreso en Santiago, dedicó gran parte de su fuerza realizadora y organizadora a la actividad folclórica junto a otros soñadores de los movimientos culturales de nuestra ciudad.

Cuando conoció a Don Sixto Palavecino, surgió entre ellos una sólida amistad que con el tiempo se consolidó al ser Don Sixto padrino de bautismo de un hijo de Felipe. Entre la gente criolla, el pasar a ser compadres es algo sagrado, ya que uno de ellos confía al otro el control de su hijo para que no se desvíe de la fe religiosa. Ser ahijado es tan importante o más aún que ser sobrino; por lo tanto, para nuestro criollo el ser compadres es en parte similar a ser hermanos, con un gran respeto mutuo.

Estos dos grandes del sentimiento nativista santiaqueño no podían quedarse solo con la amistad. Algo debían hacer por su gente quichuista. Cuando Don Sixto le ha manifestado a Felipe la idea de hacer una audición radial en quichua, la respuesta positiva ha sido inmediata. Corpos sabía que los esfuerzos son más eficaces cuanto más gente responsable está involucrada. Así formaron el grupo inicial que se ocupó de dar forma a la idea de hacer entre todos una audición radial en lengua nativa. Incluso el nombre de Alero Quichua Santiagueño fue decidido por ese grupo pionero en el cual sobresalía Felipe Corpos como líder natural por su carisma, su ímpetu, su capacidad organizativa y sus amplios conocimientos.

En lo que hace a la poesía, para quienes conocen mas o menos el arte, no es difícil reconocer a primer oído el estilo de Felipe Corpos, pese a que una nueva tendencia ocultadora o negadora de autorías tienda a opacar los méritos de los creadores del canto criollo. Con su compadre Don Sixto Palavecino comparte muchas obras, en las cuales Don Sixto ponía la música y Corpos la poesía. Según el bombisto Raúl Salvatierra, entrañable amigo de ambos: “No se puede hablar de Sixto sin mencionar a Felipe y no se puede hablar de Felipe sin mencionar a Sixto.”

Bien relacionado con la gente del ambiente cultural santiagueño, Felipe Corpos coordinó las grabaciones del Alero Quichua, aprovechando las oportunidades conseguidas por el excepcional cantor Alfredo Ábalos. Analizando el contenido de los primeros cinco discos del Alero, se puede visualizar hacia dónde apuntaban los esfuerzos de Felipe Corpos. El Volumen 3 y el Volumen 5 muestran ya a la gente de su querida Villa Atamishqui: Los Ckoyuyos Atamishqueños y Las Sachaguitarras Atamishqueñas. Felipe gustaba de ir a pasar días en la Villa y de ahí salir a compartir con la gente de las zonas vecinas. Debe de haber sido particularmente agradable escuchar los diálogos entre el quichuista de la otra margen del Río Salado y los quichuistas de este lado del Río Dulce. De esas vivencias atamishqueñas surgieron valiosas poesías de Felipe Corpos, como la que puso en la música de chacarera de Don Andrés Chazarreta La Atamishqueña.

Los primeros discos del Alero Quichua Santiagueño cuentan con la participación del núcleo del grupo que hacía la audición de los Domingos y las presentaciones en distintos lugares de la provincia. En el tercer disco aparecen estrofas de Martín Fierro traducidas al quichua por Don Vicente Salto, dos temas tocados por Las Sachaguitarras Atamishqueñas y una chacarera cantada por Los Ckoyuyos Atamishqueños. En el Volumen 5, los protagonistas principales son Los Ckoyuyos y Las Sachaguitarras.

¿Qué vendría después? ¿Quiénes participarían en las próximas grabaciones? ¿Qué rumbo tomaría la poesía de Corpos? ¿Qué nuevos emprendimientos encararía desde el Alero Quichua o por fuera del mismo? ¿Aceptaría la negación o relativización de su obra si hoy estuviese cumpliendo 77 años de edad? No podemos entrar en el terreno de las conjeturas y caminar a paso firme. Es mejor pararnos sobre los hechos, ver cómo son las cosas y pensar qué se puede hacer.

El trágico fallecimiento de Felipe Corpos provocó en la gente del Alero Quichua sorpresa primero, luego una gran sensación de pérdida y desorientación. Con el tiempo y el advenimiento de gente nueva, el grupo nativista siguió funcionando normalmente, acostumbrándose a la ausencia de ese “horcón del medio”.

Después del acostumbramiento, el olvido y el menoscabo quisieron avanzar sobre la memoria del coplero y conductor. Eso produjo discusiones y alejamientos en el movimiento nativista.

Por si fuera poco, una ola de retroceso cultural en la gran mayoría de los medios de difusión nos priva de conocer la verdad en cuanto a las autorías. Hay emisoras y locutores que presentan las grabaciones en forma desordenada e incompleta, cuando no ponen la música sola, sin ningún comentario referido a títulos, autores e intérpretes. El público suele tomar el camino fácil de relacionar la pieza musical con el intérprete y le da título según la primera frase de la primera estrofa o del estribillo. No hay organismos de control funcionando bien y no hay autocontrol en muchos de los difusores. Las páginas de Internet, que podrían ser una buena fuente de información, en general no son completas, y algunas contienen información errónea. Algunos intérpretes, apurados por conseguir un aplauso o un contratito, mal aprenden quiénes son los creadores de lo que están cantando y suelen creer al primer mentiroso que se adjudica una autoría.

En todo este caos diabólico, Felipe Corpos no podía salir ileso. También hay autorías que antes eran de él y ahora “pertenecen” a otras personas. Su figura gigante se empequeñece ante la negación de sus méritos.

Un malvado solía decir que si uno miente muchas veces, esa mentira se convertirá en verdad. Esa afirmación ha sido repetida tantas veces que muchos la toman como cierta. La verdad es una sola, a pesar de los distintos puntos de vista que pudiere haber. Felipe Corpos es uno de los mayores poetas argentinos.

No ha tenido el cuidado de registrar sus creaciones, pero eso no es motivo para permitir la mentira y el robo. Hay que tratar de conocer la obra de Felipe Benicio Corpos. Es muy valiosa. Hay que defender la verdad, por nuestro propio bien.

23 de Agosto de 2.011.

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La audición radial se caracteriza por su espontaneidad, no se elabora un libreto en razón de que el programa se hace en vivo con la participación del público que se hace presente en el Salón Auditorium.
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