Por Crístian Ramón Verduc
16/04/2019
Es muy lindo recorrer el Río Dulce y hay muchas maneras para hacerlo

Nos referimos al Río Dulce por que es el que corre junto a la ciudad de Santiago del Estero, pero cualquier río es generoso en placeres para quien se decida a recorrerlo, sea en el lugar que fuere.

Santiago del Estero, al igual que una gran cantidad de ciudades, ha sido construida a la vera de un río. El Río Dulce tiene su historia particular. Sin ser ducho en Geología o Hidrografía, con los datos que puede tener a mano cualquier habitante de nuestro pago, uno puede imaginar parte de la historia antigua de nuestro Mishqui Mayu. Dicen que “antes” el río solía salir al mar, hasta que en cierto momento pasó a formar una cuenca cerrada, que termina en la Laguna de Mar Chiquita, provincia de Córdoba.

Aparentemente, habría ocurrido un fenómeno geológico, como si una gran baldosa se hubiese inclinado hacia el interior, impidiendo así la salida del río hacia el Paraná, hacia el Río de la Plata o hacia el mar. Aparentemente, hay también una inclinación de esta parte de la tierra, que hace al Río Dulce desplazarse lentamente hacia su margen izquierda. En el Sur de la provincia, hay poblaciones que habían nacido a orillas del río en la margen derecha, y a lo largo de los años vieron al río alejarse hacia el Naciente. También hay poblaciones que debieron migrar de la margen izquierda hacia la derecha, ante el paulatino avance de las aguas hacia sus casas.

Aún sin saber nada de lo que ocurre en el Sur de nuestra provincia, con sólo observar al nonagenario Puente Carretero, con sus 864 metros de longitud distribuidos en diez tramos, veremos que el Río Dulce pasa por debajo de los últimos tramos hacia La Banda. Cuando uno entra en el puente desde la ciudad de Santiago del Estero, el cauce del río aún está lejos. Es difícil creer que semejante obra no haya sido construida de tal modo que el cauce discurriese por debajo de los tramos centrales del puente. Rápidamente concluimos en que a lo largo de las últimas nueve décadas, el cauce del Mishqui Mayu se ha desplazado lentamente hacia el Este.   

A partir de la construcción de los diques Los Quiroga y Río Hondo, el Río Dulce ha sido “domado” y sus crecidas no son tan violentas como lo eran hace varias décadas; también ha dejado de quedar sin flujo de agua, como ocurría a veces hasta unos sesenta años atrás.

Frente a la ciudad de Santiago del Estero, el Mishqui Mayu discurría tranquilo durante una parte del año; en cada período invernal se transformaba en un gran arenal, con una que otra laguna albergando peces pequeños, pues los grandes habían emigrado al Sur. Cuando venían las crecientes por deshielos en el Aconquija (Tucumán) y por las lluvias estivales, parecía que el río quería devorar a la ciudad. Primero la Costanera, después el dique en Los Quiroga y finalmente la presa de Río Hondo, han ido atenuando los efectos de las crecidas.

Tanto en las épocas en que el río corría libre de diques como en nuestros tiempos, hay nadadores que muestran sus habilidades como actividad recreativa y también como ayuda en casos necesarios. Cuando había botes para el cruce de muchas personas cada vez, entre el departamento Banda y la prolongación de las calles Alsina por un lado y Salta por otro, gente de la margen izquierda cruzaba con sus productos de granja para vender casa por casa y regresaba con lo comprado en los comercios del centro. No todos los que atravesaban el río crecido eran peatones: Las bicicletas también venían a bordo, mientras que los sulkys cruzaban con sus varas amarradas al colectivo fluvial de madera. En esos casos, los caballos cruzaban nadando, acompañados por un nadador que generalmente era familiar de los dueños de los botes.

Como quiera que fuese, cada pueblo del mundo se las ingenió para cruzar las aguas en sus andanzas cotidianas o en sus grandes travesías. Cada uno a su manera, acorde con las necesidades del lugar y con los elementos que hubiese a mano, han construido puentes y embarcaciones, para no tener que nadar en cada cruce y poder transportar cargas.

Los europeos llegaron a nuestro continente navegando en barcos de madera impulsados por el viento. Para los tramos cortos, en sus tierras se usaban los botes a remo, pero en este continente encontraron una embarcación a remo a la que los lugareños llamaban canoa. El uso de esta embarcación llegó a nuestros días, evolucionando en su construcción hasta ser fabricada con compuestos químicos que aseguran fortaleza con poco peso, para fines deportivos y utilitarios. La palabra canoa, propia de un idioma antillano, ha sido incorporada al castellano.

Los ríos y lagos argentinos son surcados por todo tipo de embarcaciones: Podemos ver barcos de transporte en los grandes ríos. También hay botes de madera o de materiales sintéticos, hay canoas, lanchas y otros tipos de embarcaciones para recreación o transporte utilitario. Nuestros ríos, especialmente el Dulce y el Salado, suelen ser surcados por embarcaciones pequeñas, con motor o a remo.

Lo que viene desde el fondo de los tiempos, anterior a la llegada de los españoles, es la figura del nadador. Los quichuistas dicen huáytay por nadar; por lo tanto, llaman huáytaj al nadador, aunque en muchos lugares la palabra se ha castellanizado y al nadador lo llaman huaytador e incluso huitador. Es posible que la palabra tenga alguna relación con la palabra huiti, con la que se define a un tipo de ganso silvestre. Sabemos que el ganso es un animal apto para la natación, de mayor tamaño que otras aves también muy nadadoras, como el ochogho, conocido en la zona guaraní como mbiguá o biguá. También tenemos al pato llamado huispillu o huishpillu, nombre tomado de su gritito habitual. Otro pato de nuestra región es el ñuñuma, nombre dado por su aspecto; la palabra ñuñu se refiere a la ubre o mama y uma significa cabeza. Una ave zambullidora es llamada utquishiqui, por utqui que significa hundir o zambullir, y el sufijo shiqui, indicador de que quien hace lo que indica el verbo, lo hace con mucha frecuencia.

Andando por esos ríos, especialmente en el Dulce o en el Salado, podemos encontrarnos con el miquilu, nombre que viene de la antigua palabra miqui, casi en desuso, que significa húmedo, mojado, y el aumentativo lu. Ese animal muy mojado es la nutria criolla o coipo.

Ya sea nadando, en un bote, o caminando por la costa, en cada paisaje fluvial o ribereño encontraremos mucha belleza y paz. El río discurre como la vida: Tranquilo a veces y turbulento en otras ocasiones. Depende de cada uno el cómo vivir el río y cómo navegar por la vida. 

16 de Abril de 2.019.

Compartir
Comentarios
Amigos del Alero
Programas que difunden la Cultura de Santiago del Estero desde Radio Nacional...
Emisoras que Transmiten
Alero Quichua
  • Radio Norteña, AM 1520
    Grand Bourg (Provincia de Buenos Aires)
    Domingos de 11 a 13 horas
    Director: José Barraza
Alero Quichua Santiagueño
La audición radial se caracteriza por su espontaneidad, no se elabora un libreto en razón de que el programa se hace en vivo con la participación del público que se hace presente en el Salón Auditorium.
Seguinos
Puede visitarnos en los siguientes Redes:
Copyright © 2006 - 2024 todos los derechos reservados.