Por Crístian Ramón Verduc
06/08/2019
Comenzamos Agosto, con días de hermosos despertares.

En Santiago del Estero hay días soleados, con amaneceres que poco a poco se están dando cada vez más temprano, siguiendo los ciclos naturales en la relación de la Tierra con Inti, el Sol.

Según la hora en que uno se despierte, podrá ver un súmaj (lindo) cancha cancha (aclarar, previo al amanecer), cuando el lucero parece reinar en el Este, controlando que cada estrella se apague en el momento en que le corresponde, todo ello con los primeros cantos de pájaros desde los árboles. Un poco más tarde, ya con luz solar, el canto de los pájaros es intenso. Parece que cada uno de ellos precisa hacer notar su presencia, que los demás sepan que él sobrevivió a los peligros de la noche, que su territorio está ocupado y que está en busca de pareja para la Primavera que pronto llegará.

Con Agosto llegó también el huayra sinchi (viento fuerte), el cálido viento del Norte alternado con el cada vez menos frío viento del Sur. Los vientos de Agosto harán una poda natural en los árboles cuyas ramas aún están secas o comenzando a recibir savia desde el tronco y la raíz. Las ramas que no son necesarias o están muertas, serán cortadas por el viento, y esas ramas nutrirán a la tierra en el futuro.

Las hojas que estaban cubriendo el suelo cercano a las raíces de los árboles, son barridas por el viento hacia los pozos y zonas bajas. Cuando llegue la época de lluvias, esas hojas quedarán en charcos de agua, donde entrarán en putrefacción para luego incorporarse a la tierra, haciéndola más fértil.

Los pájaros están cada vez más cantores. Parece que están cada día más entusiasmados. Una cantora entusiasta es la calandria, la que también comienza temprano con sus cantares. Se posa en una rama o en un alambrado y comienza a hacerse escuchar. Baja al suelo para comer y anda buena parte del día procurando alimento. Se la ve cantando solita o veces en pareja. La calandria es de un tamaño grande entre los pájaros, mas o menos del tamaño del zorzal, lo que significa que supera en cuerpo a los tordos, los cardenales, los gorriones, los canarios y sacha canarios (sachitas). Su cuerpo es de un color marrón, con el pecho más claro que el lomo y la cabeza. Su cola alargada y sus alas, muestran plumas negras y blancas al abrirse.

A veces es fácil de identificar a la calandria con sólo escucharla, sin necesidad de verla, por que el canto simple de la calandria es muy conocido. Pero este animalito americano tiene, al igual que la calandria europea, la particularidad de imitar el canto de otros pájaros, así que si uno no la ve, cuando imita a otros pájaros, uno puede confundirla con el original, salvo que el oyente tenga el oído muy entrenado y conozca muy bien el canto de cada especie.

La calandria es muy buena imitadora, por eso algunos de sus cantares pueden parecerse a los de los pájaros de la zona. Algo así ocurre con algunas personas, que imitan el cantar de otras personas, logrando éxito hasta que aparece alguien con mejor oído que el promedio y desenmascara al imitador. 

Imitar cómo canta otro es relativamente fácil. Lo difícil de imitar es la cantidad de otras particularidades que hacen la diferencia entre alguien “del montón” y alguien talentoso. Con ojo u oído experto, es fácil percibir la diferencia entre el original y la copia. Esto ocurre también con las obras de arte pictórico, las esculturas, las construcciones edilicias, el armado de jardines, la fabricación de muebles o de instrumentos musicales, etc.

Hubo mención a casos extremos de impostura, en los cuales una persona se infiltró en un grupo familiar simulando ser otra persona, de la cual el grupo no tenía noticias. Era una artimaña relativamente fácil antes de la actual realidad llena de recursos tecnológicos, tanto para la comunicación entre personas físicamente distantes, como en la identificación por comparación genética entre posibles familiares. En lo cotidiano, nos queda utilizar el oído para saber si los cantares que escuchamos son auténticos o son cantos de calandria.

Dicen que la calandria no soporta la prisión, que si es capturada no come, y soporta el hambre durante días, hasta que finalmente muere. “Chaina nincu” (Así dicen) y es bueno que nadie capture a la calandria ni a ningún pájaro, salvo que tales animales hayan sido condenados a prisión por algún crimen cometido.

Es necesario defender la libertad, tanto la libertad propia como la de otras personas y de otros seres. En este caso, el valor que otorga la calandria a su libertad es digno de imitar, poniendo todos los recursos posibles para evitar cualquier tipo de encierro, al igual que cualquier tipo de condicionamiento que no responda a la razón.

La calandria imita a los pájaros que tienen un canto bonito; nos animamos a decir que la calandria imita a quienes cantan mejor que ella. Otra actitud loable en el talentoso pajarito.

La imitación es muy importante en la vida humana, para lograr el aprendizaje básico y un poco más. Los niños sordos suelen ser mudos por que no escuchan voces a las cuales imitar, por eso es que la ciencia ha logrado solucionar el problema de muchos mudos, solucionando el problema de audición.

Por imitación, aprendemos a caminar erectos. Hubo casos de “niños lobos” criados en vida salvaje que, al no haber visto humanos caminando, aún adultos se desplazaban “a cuatro pies”, tal como habían visto a los animales.

El habla se aprende por imitación. En un comienzo, el pequeño humano prueba su aparato fonador con balbuceos, en un evidente intento por imitar a sus mayores, a los que ve y escucha hablando entre ellos. Poco a poco va logrando articular palabras y luego arma frases y oraciones con las cuales va logrando expresar sus ideas. Una vez que ha aprendido la articulación de palabras, la expresión de ideas viene de la mano de la práctica y las experiencias de vida.

Es evidente que uno aprende de los que más saben y es un aprendizaje que puede llevar toda la vida. El saber nos hace libres. Cuanto más sabemos, más posibilidades tenemos de optar por la mejor solución entre varias posibles, ante el planteo de un problema.

Los niños aprenden por imitación, por ello es que se parecen tanto a su entorno familiar en la formación cultural. Los adultos aprenden por estudio, por experiencias de vida y por tomar como guía a personas que han alcanzado niveles elevados en alguna especialidad.

La calandria no imita al cuervo, que tiene una voz muy fea. Del mismo modo, imitando la conducta de la calandria, nosotros deberíamos evitar la imitación de lo que tiene un nivel más bajo que lo nuestro.  

06 de Agosto de 2.019.

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